El pasado viernes 26 de septiembre de 2025 homenajeamos a Luz Casal de la mano de la Sede Universitaria UA de Elda y el Ayuntamiento de la citada localidad en los Salones Princesa. Con “A LA LUZ DE MIS RECUERDOS” nos sumergimos entre los recuerdos, canciones, versos y vida de la artista ante un numeroso público asistente, con la finalidad de recaudar fondos para la investigación del glaucoma, una enfermedad que afecta a la vista, al nervio óptico y a la tensión ocular.
El acto fue inaugurado por el Director de la Sede Universitaria de Elda, José Joaquín Martínez, contando además con la presencia de Joaquín Carratalá, Presidente de AGAF (Asociación nacional de Glaucoma Afectados y Familiares) quien agradeció la colaboración con la causa.
Podríamos redactar una crónica como siempre solemos hacer, pero esta vez tuvimos la gran suerte de que nuestro amigo Vicente Aravid se encargara de ello haciéndonos un regalo inolvidable, así que trascribimos las palabras que con tanto cariño nos dedicó:
“YO ME HE DESPERTADO HOY PARA VIVIR EL DÍA DE HOY
Llegué con el tiempo justo. Tenía ganas de acudir a su cita, de encontrarme con ella, con su imagen y su voz, con Luz Casal y con unas mujeres que la hicieron presente desde el primer momento. Ascensor 3ª planta. Entro en el salón y me encuentro sorprendido porque la sala estaba repleta y con muchos asistentes de pie, repartidos por toda ella. Paloma nos acomoda a Elisa y a mí en una mesa, abro un cuaderno de notas y me dispongo a escribir de manera precipitada todo aquello que llame mi atención, todo lo que suceda en el escenario y alrededores para, desde la tranquilidad de mi buhardilla, y con la música de Luz de fondo, escribir esta crónica alborotada, sin nombres, solo con el espíritu de la cantante repartido entre las voces de unas mujeres que la trajeron a nuestro lado, ataviadas con sus vestidos y trajes en rojo y negro, y alguna salpicadura de blanco, con sus pañuelos, con un enorme mantón y unas enormes ganas de inculcar al público presente el alma de Luz y sus ganas de vivir.
Me doy cuenta que escribí demasiado, que no es momento ni lugar para extenderme en una retahíla de enumeraciones, de canciones, de versos y de poemas. Trataré de componer una amalgama de situaciones, de darles cierta coherencia y de esperar a que resulte lo que Dios quiera.
“Con el veneno sobre mi piel…
Yo quisiera volver a encontrar la pureza…”
Unos versos para empezar el recital, una presentación en forma de palabras recitadas, unas pinceladas de su biografía desde el rojo y el negro y un enorme clavel en la cabeza.
“Si tienes un hondo penar, piensa en mí.
Si tienes ganas de llorar, piensa en mí…”
Se van desmenuzando los primeros versos, una joven bailarina, a ras de público, con larga melena castaña y labios rojo pasión mece su cuerpo y baila con el mantón, lo eleva y lo abandona en el suelo. Queda ella sola danzando, acompañando la canción, expresando con su rostro todo lo que estamos escuchando…
“…Piensa en mí cuando sufras,
cuando llores también piensa en mí…”
Se proyectan imágenes de Luz Casal en una pantalla. Está presente en el acto, la vemos, la soñamos, la sentimos, la escuchamos.
Se suceden diversas interpretaciones de temas que formaron parte de su repertorio cantados con pasión, con fuerza, con muchísimo amor por otras tantas mujeres de rojo y negro, con alguna salpicadura en blanco.
“Cada vez que veo tu fotografía
descubro algo nuevo…”
Se pusieron en el lugar de ella, tomaron sus palabras y sus pensamientos y hablaron por ella: “Del mismo modo que he borrado años de mi vida, he borrado a personas…”.
La emoción abrazaba el ambiente, el público recordaba letras y canciones, muchos volvieron a tiempos pasados y se sintieron jóvenes y enamorados bailando en sus corazones y en sus mentes. Se dejaron atrapar por las voces y los temas interpretados, por la imagen de Luz y por sentimientos revividos.
Ahora es la guitarra la que acompaña una nueva canción, todo un clásico en el historial de Luz Casal. Sentada, nuestra intérprete, de rojo y negro, se arranca y el público la sigue, da palmas y es un inmenso coro de fondo.
“Tú juegas a quererme
yo juego a que te creas que te quiero…”
Se suceden las letras, las versiones, los versos y los poemas, los datos biográficos, mientras la bailarina vuelve a acompañar con sus sugerentes pasos, con su falda estilo tutú, larga y transparente. El ambiente se caldea por momentos, alguna que otra lágrima brota y se pierde por las sonrosadas mejillas hasta llegar a la comisura de los labios.
Todavía me restan algunas hojas de apuntes. Pienso que me extiendo en demasía, que debo ir pensando en cerrar esta crónica precipitada, este encuentro de nostalgias y de presentes, de lucha y de coherencia, de voluntad y de sacrificio. Pasaré por alto otras letras, otras interpretaciones que se fueron sucediendo en esa tarde de principios de otoño. Quiero, por diversas circunstancias y cuestiones personales, recordar que le fue diagnosticado un cáncer de mama, que le repitió más tarde, y que le sirvió para expresar su posición ante la enfermedad:
“La música acompaña, sirve para llorar, para reír y estimular. No necesito lisonjas, no quiero casi nada. Yo me he despertado hoy para vivir el día de hoy”.
“Gracias a la vida
que me ha dado tanto…”
Suben al escenario todas las cantantes, la bailarina y la presentadora. Cantan todas juntas, mezclando los rojos y los negros, las salpicaduras de blancos y la flor en la cabeza. Gritan, saltan y cantan en un apoteósico final.
“…Somos notas discordantes,
no podemos entonar
los himnos de paz…”
Momento de agradecimientos, de adioses y de despedidas, de citarnos para otras ocasiones y otros momentos. Salimos con el espíritu rejuvenecido, alegre y sonriente. Luz Casal lo ha hecho posible y todas las voces de Peloki Teatro. Gracias a todas ellas, sin dar nombre, a las que he querido agrupar, unir, en rojo y negro con una salpicadura blanca, un mantón y una flor en la cabeza. Perdón por la licencia. Y no quisiera olvidarme de la Sede Universitaria de Elda, patrocinadora e impulsora de estas sesiones, del Ayuntamiento de Elda y de los Salones Princesa.
Cierro el cuaderno, es momento de volver a casa, de decir hasta luego a una tarde brillante, emotiva y emocionante, de esas que, de vez en cuando, debemos aferrarnos a ellas para hacerlas nuestras, para dejarnos abrazar por las letras y los versos, por las canciones y los sentimientos. Faltan muchas cosas por contar, pero buscaremos otro momento.
PD: Es de justicia nombrar a las mujeres cantantes, a la bailarina y a la introductora, a esas mujeres de rojo y negro, a la de salpicaduras en blanco y a la de la flor en la cabeza: Mari Carmen, Tracy, María José, Paloma, Tere Mari, Carmen María y María. Todas en su papel y todas igual de importantes. Gracias por esos preciosos momentos y por esta entrañable y emotiva presentación de Luz Casal. Nos seguiremos viendo.”
Y no fue el único regalo que recibimos de aquella noche. La mismísima Luz Casal conocedora de esta fantástica crónica nos envió un mensaje de agradecimiento.
Esta es la segunda vez que le rendimos homenaje. La primera fue en Bonrepòs i Mirambell (Valencia) a beneficio de la AECC. Y esperamos poder volver a leer sus poemas, interpretar sus canciones y hablar de ella, esta mujer a la que tanto admiramos.
En palabras de Luz “yo me he despertado hoy para vivir el día de hoy” y damos gracias a la vida por haber hecho posible un acto como el que vivimos aquella tarde.










